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El agua es una sustancia fundamental para el ser humano. El agua corporal supone entre el 50% y 70% de nuestro peso corporal total. 

Existen diversos tipos de agua. En concreto vamos a hacer referencias a aquellas potables y aptas para el consumo humano.

Existe una normativa específica para que esta sea apta para el consumo humano. Estipula que no debe contener ningún parasito, microorganismo o sustancia en concentraciones peligrosas para el ser humano que pueda perjudicar la salud de las personas. 

La calidad de las aguas de consumo está regulada en todos los países de la UE por la Directiva 98/83/CE. Y en España se articula a través del RD 140/2003.

Para que el agua pueda ser consumida debe cumplir una serie de parámetros:

  • La calidad del agua se determina comparando con una muestra los estándares de las características físicas y químicas que debe tener
  • Sin importar su origen, debe recibir el tratamiento potabilizador correspondiente.

El PH es el potencial de hidrógeno. Se mide en una escala de 1 a 14 siendo el 1 el valor más ácido y el 14 el más alcalino. Es una medida para determinar el grado de acidez o alcalinidad en una disolución.

El agua se considera potable cuando tiene un PH de 6,5 a 9,5.

¿QUÉ TIPOS DE AGUA PODEMOS ENCONTRAR SEGÚN SU PROCEDENCIA? 

  • De consumo humano público o de grifo: está destinada al consumo humano o para ser utilizada incorporándola a productos alimentarios. Por ejemplo: zumos, refrescos, caldos etc. Debe estar exenta de contaminantes microbiológicos, químicos y parasito lógicos.
  • De consumo humano envasada: son aquellas que se obtienen de aguas de manantiales o subterráneas. También se someten a procesos destinados a la eliminación de contaminantes físicos, químicos y biológicos. Se denominan así porque se presentan en envases para consumo.
  • Minerales naturales: pueden ser aguas no contaminadas, aunque posean ciertas cantidades de bacterias, parásitos u otros microorganismos patógenos o sustancias químicas. Se originan en yacimientos subterráneos, por lo que deben salir a la superficie en forma de manantial. Para poder consumirlas, deben mantener constantes sus parámetros físicos, químicos y biológicos.
  • De manantial: son aquellas que emergen espontáneamente del interior de la tierra y son potables, debido a las características de pureza que presentan, por lo que pueden consumirse sin necesidad de realizar ningún tratamiento. Su calidad está regulada por el Ministerio de Salud.

¿DE QUÉ SE COMPONE EL AGUA? SALES MINERALES

Sulfatos

Son un componente natural de las aguas superficiales y, en general, no se encuentran en concentraciones que puedan afectar a su calidad, pueden provenir de la oxidación de los sulfuros existentes en el agua.

Hierro

Por lo general, no produce trastornos en la salud en las proporciones en que se lo encuentra en las aguas naturales. La presencia de hierro puede afectar el sabor del agua. 

Cloruro

En el agua potable, su presencia se debe al agregado de cloro en las estaciones de tratamiento como desinfectante. 

Aluminio

Es un componente natural del agua, debido principalmente a que forma parte de la estructura de las arcillas. 

Mercurio

Se considera al mercurio un contaminante no deseable del agua, ya que es un metal pesado muy tóxico para el hombre. 

Plomo

Prácticamente no existe en las aguas naturales superficiales, pudiendo detectarse su presencia en algunas aguas subterráneas. 

Cobre

En el agua potable puede existir debido a la corrosión de las cañerías de viviendas, la erosión de depósitos naturales y el percolado de conservantes de madera, también, por el sulfato de cobre que se aplica para controlar las algas en plantas de potabilización. 

Nitritos y nitratos

Las concentraciones altas de nitratos por lo general se encuentran en el agua de zonas rurales por la descomposición de la materia orgánica y los fertilizantes utilizados. Este proceso depende de la temperatura, del contenido de oxígeno disuelto y del pH del agua.

  • Compuestos que tienen que ser eliminados:

Algas y bacterias

La mayor concentración se da en los lagos, lagunas, embalses… Las algas suelen tienen pigmentos que colorean el agua.

El agua puede contener bacterias de numerosos géneros. Aquellas que pueden ser dañinas para las personas son las bacterias coliformes y los estreptococos, que se utilizan como índice de contaminación fecal. También pueden encontrarse hongos, mohos y levaduras.

¿CUÁNTA AGUA ES NECESARIA BEBER AL DÍA? 

La cantidad de agua requerida por cada persona es distinta. Dependerá de factores como la edad, estado fisiológico, nivel de actividad física etc.

Las recomendaciones de consumo de agua generales son las siguientes:

  • Bebes 0,8l / día
  • Infancia 1,4 l / día
  • Adolescencia 2,5-3 l/ día
  • Adultos 2,5l / día 
  • Embarazo 3 l /día
  • Lactancia: 3,5 l/ día
  • Vejez 2,5 – 3,5 l/ día

Consideraciones a tener en cuenta en deportistas:

Antes, durante y después de los entrenamientos, hay que tener en cuenta la sudoración; el sudor está compuesto principalmente de agua. Hay que reponer estas pérdidas. Dependiendo del deporte la cantidad es mayor o menor. El estado de hidratación es clave en el rendimiento físico. Se ha comprobado que el desempeño físico se reduce con la deshidratación. 

También, hay que tener en cuenta que el aporte de agua al organismo tiene que ser continuo, ya que no se almacena en el organismo. La composición en sales debe ser adecuada para una correcta asimilación. Si es muy elevada puede producirse deshidratación debido a procesos osmóticos.

Hay una opción que es el agua con L carnitina: 

La L-carnitina es una molécula que se encarga de transportar los ácidos grasos al interior de la mitocondria. Allí son transformados en energía y utilizados como combustible en el cuerpo. Es una amina sintetizada a partir de dos aminoácidos esenciales, la lisina y la metionina.

En torno al 98% de las reservas de L-carnitina del organismo, se almacenan en los músculos, corazón y el cerebro.

Las bebidas con L-Carnitita se recomiendan tomar antes del entrenamiento para favorecer la utilización de las grasas como sustrato energético. 

También contribuya a mejorar el rendimiento físico y aumento de energía. 

La dosis diaria recomendada con carácter general, se encuentra entre los 500-3.000 mg al día.

¿QUÉ SON LOS ELECTROLITOS?

Los electrolitos son partículas que ayudan a regular el equilibrio de los líquidos del organismo. Son importantes ya que permiten que los nervios y músculos transporten los impulsos eléctricos. Se encuentran en la sangre y otros líquidos corporales. Los electrólitos son sodio, potasio, calcio, bicarbonato, cloruro y bicarbonato.

Los riñones son los encargados de mantener la concentración de electrolitos en el torrente sanguíneo.

BEBIDAS ISOTÓNICAS, HIPOTÓNICAS E HIPERTÓNICAS

  • Bebidas isotónicas: en su composición debe contener entre 6-8g de glucosa cada 100ml. Tienen un balance idéntico de nutrientes, tales como azúcares y electrolitos, que se encuentran normalmente en el organismo. Ayuda a prevenir calambres musculares y retrasar la sensación de fatiga.
  • Bebidas hipotónicas: tienen un balance menor de hidratos de carbono y electrolitos que los presentes en el organismo, pero mayor cantidad de azúcares y potasio.
  • Bebidas hipertónicas: tienen mayor cantidad de sustancias disueltas, entre ellas, agua, carbohidratos y electrolito.

¿CÓMO MANTENERSE HIDRATADO?

Te damos unas recomendaciones:

-A lo largo del día beber agua de manera constante. La cantidad varía en función de tus necesidades. Sobre todo, si vamos a realizar deporte o a estar de manera prolongada bajo el sol (playa, piscina...)

-Si te resulta difícil, puedes combinarlo con infusiones, café, boleros etc. sin abusar.

-Limitar la ingesta de otro tipo de bebidas; refrescos, alcohólicas etc. Los zumos no sustituyen al agua.

-Cierto tipo de alimentos como las frutas y verduras proporcionan grandes cantidades de agua, ya que es el elemento principal en su composición. Algunos ejemplos son la sandía, el melón, la lechuga…

-En invierno a pesar de que muchas personas reducen el consumo de agua, es necesario seguir aportando las cantidades recomendadas para poder llevar a cabo las funciones vitales. Por norma general, la cantidad disminuye.