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El ‘fit food market’ o mercado de comida saludable es uno de los sectores que más positivamente afectado se ha visto por la sorprendente evolución de la nutrición deportiva en los últimos años. Su crecimiento ha sido paralelo al de la suplementación, e incluso se podría decir que le ha superado en muchos aspectos, colocándose en la actualidad como una de las industrias más potentes del sector.
Una de las claves más importantes –por no decir la más importante- es que la alimentación saludable es una disciplina que no solo tiene beneficios para los deportistas, sino que también es absolutamente recomendable para cualquier persona, y mucho más en un contexto como el actual. La industria alimenticia ha incurrido en una serie de malas prácticas cuyo resultado es la peligrosa escalada de enfermedades como la obesidad o la diabetes, y la fit food puede ser la solución.
Fit food comenzó siendo un término propio del mundo del deporte, ya que se asociaba directamente con todas aquellas dietas cuyas características tenían como objetivo la mejora del rendimiento físico.
La relación entre la alimentación y las capacidades deportivas es evidente, así que la adaptación de la dieta a las necesidades y exigencias personales se convirtió en prácticamente una obligación para cualquier atleta profesional. Hoy en día, no existe ningún deportista de élite cuya alimentación no esté absolutamente controlada por profesionales expertos en la materia. Es más, dicho fenómeno se está extendiendo a más y más personas, empezando por aficionados al deporte y avanzando por toda la sociedad.
El sector de la alimentación saludable actual tiene poco que ver con los primeros pasos de dicha disciplina, debido a la tremenda evolución que ha experimentado en los últimos años.
Para entender estos cambios tan profundos, es necesario hablar sobre uno de los aspectos más importantes que surgieron con el boom del fitness: el interés de cientos de miles de nuevos aficionados, que dirigieron sus miradas hacia la nutrición deportiva y la suplementación.
Obviamente, un aumento tan exponencial de la demanda tuvo dos efectos inmediatos: por un lado, surgieron nuevas empresas y las ya existentes incrementaron su producción; y por el otro, los beneficios crecieron.
El siguiente paso fue adaptar los catálogos de fit food a las nuevas necesidades, cuyas características suponían un cambio radical en la filosofía productiva de la nutrición deportiva clásica. Si en sus inicios, esta industria estaba dirigida específicamente a los deportistas profesionales de primer nivel, ahora tiene que cubrir un espectro de población infinitamente más amplio. Esta modificación no es solo cuantitativa, ya que no vale con aumentar la cantidad de productos ofrecidos, sino que afecta directamente al tipo de artículos que se fabrican.
Los nuevos aficionados a las dietas deportivas no se ganan la vida con su forma física, simplemente quieren mejorarla por motivación personal. Por ello, su disposición a sacrificarse y renunciar a ciertos placeres gastronómicos es mucho menor que la de los atletas de élite, cuya fuerza de voluntad les hace dejar de lado sus gustos personales en favor del rendimiento deportivo. Así, las compañías tuvieron que cambiar sus catálogos, introduciendo en ellos alternativas saludables para todo tipo de comidas con el objetivo de atraer a más y más personas.
Eliminar esa barrera que se producía cuando algunos interesados en mejorar su alimentación empezaban a ser conscientes de que tendrían que hacer muchos sacrificios fue absolutamente clave. Para lograrlo, surgieron productos tan valiosos como las salsas y los siropes sin calorías, las chocolatinas ecológicas, los snacks salados proteicos, las hamburguesas bajas en grasas y un interminable etcétera que hacía compatible casi cualquier comida con una dieta saludable o deportiva.
Con el origen en esa necesidad de apertura al gran público que ya se ha explicado, el mercado de fit food Spain ha llegado a un punto en el que es difícil encontrar un tipo de comida que no tenga ya su alternativa saludable. Además, han surgido varias categorías dentro de esta industria, cada una de ellas dirigida a un tipo de población en concreto. Dos buenos ejemplos son los alimentos proteicos, que reducen la presencia de elementos como las grasas o los azúcares y aumentan las proteínas, y la alimentación ecológica, cuyo compromiso con el respeto al medioambiente se está convirtiendo en una condición tremendamente valiosa para cualquier empresa.
Gracias a esta enorme variedad alcanzada por el sector de la alimentación saludable, las formas de empezar a cambiar tu dieta por una mucho más sana son múltiples. Dependiendo de tus gustos, tus metas y tus características personales, puedes elegir entre opciones diversas.