La suavidad del chocolate con leche abraza un relleno cremoso de pistacho con un toque tostado. Al morder, la capa exterior se quiebra con suavidad y libera una textura que se funde lentamente, acariciando el paladar.
El carácter aterciopelado del pistacho recuerda a la pastelería delicada de Dubái, donde esta combinación es un símbolo de refinamiento.
Un sabor que no solo se degusta, se guarda en la memoria.
Con 42% de cacao y un toque de vainilla natural, ofrece un sabor armonioso y auténtico, sin azúcares añadidos.
Pensada para quienes disfrutan de comer rico y cuidarse a la vez.
Sus 13g de proteína integran placer y nutrición sin renunciar a la suavidad.
Ideal entre comidas, con café o como recompensa tras entrenar.
También es un detalle perfecto para regalar, sutil y con significado.
La crema de pistacho es suave, aromática y envolvente, contrastando con la fina firmeza del chocolate.
El sabor evoluciona en capas: primero cacao, luego pistacho, y finalmente una suavidad que invita a saborear despacio.
Su packaging dorado prepara la experiencia incluso antes de abrirla.
Un brillo sutil que recuerda a las chocolaterías de Dubái, donde el lujo no se muestra, se sugiere.
Cada detalle convierte el acto de abrirla en un pequeño ritual.